Gandía y los Borja
- Paravoz.es
- 17 feb
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Gandía es una ciudad pequeña pero históricamente significativa en la Comunidad Valenciana de España. Su fama está en gran parte ligada a la poderosa familia Borja, que dejó una huella imborrable en la historia con sus intrigas, poder y legado cultural.

Gandía está situada en la costa este de España y desde la antigüedad fue un importante centro comercial y estratégico. Durante la Edad Media, la ciudad prosperó gracias a la agricultura y el comercio marítimo. Sin embargo, su mayor esplendor llegó con el gobierno de los duques de la Casa de Borja.
La familia Borja, originaria de España, adquirió gran influencia en Italia en el siglo XV. El fundador de la dinastía fue Alfonso de Borja, quien en 1455 fue elegido Papa con el nombre de Calixto III.

Jugó un papel importante en la rehabilitación de Juana de Arco. En 1456 organizó una revisión judicial que llevó a la Iglesia católica a reconocer que su ejecución había sido injusta.
Además, apoyó activamente una cruzada contra el Imperio Otomano con la intención de recuperar Constantinopla, aunque los monarcas europeos no respaldaron su iniciativa. Su sobrino, Rodrigo Borja, se convirtió en el Papa Alejandro VI (1492–1503), y sus hijos, César y Juan, jugaron papeles significativos en la política de la época.

El Papa Alejandro VI pasó a la historia como uno de los pontífices más controvertidos. Utilizó su posición para fortalecer su dinastía, colocando a sus familiares en cargos clave del Vaticano. Su hijo César Borja recibió el título de cardenal a una edad temprana, lo que le permitió ingresar en el círculo de los altos jerarcas de la Iglesia católica y posteriormente convertirse en un comandante militar y político. Alejandro VI también utilizó los matrimonios de su hija Lucrecia Borja como herramienta diplomática, casándola con influyentes miembros de familias aristocráticas italianas. Estas alianzas fortalecieron la posición de los Borja en la política, pero también les crearon numerosos enemigos.
Una de las decisiones más escandalosas de Alejandro VI fue la consolidación del poder secular del papado. Expandió los territorios de los Estados Pontificios a través de conquistas, poniéndolos bajo el control de su hijo César, quien se convirtió en el gobernante de facto de Italia central. César, un estratega talentoso, llevó a cabo campañas militares contra señoríos feudales con la intención de formar un estado unificado. De hecho, sirvió de inspiración a Nicolás Maquiavelo para su tratado "El Príncipe", donde se le presenta como el ejemplo de un líder fuerte y despiadado.
Sin embargo, la política de Alejandro VI debilitó la posición del papado en Europa. Su nepotismo y métodos autoritarios provocaron el descontento entre los cardenales y los monarcas. Tras su muerte en 1503, la dinastía Borja perdió rápidamente influencia y César se vio obligado a abandonar Italia, donde murió en el exilio poco después.

El título de duque de Gandía fue creado en 1485, cuando Juan Borja, el hijo mayor de Alejandro VI, recibió estas tierras. Su trágica muerte, envuelta en misterios y rumores, solo aumentó el aura sombría que rodeaba a la familia Borja. Posteriormente, el título fue heredado por sus descendientes, incluido San Francisco de Borja, quien renunció a la vida mundana y se convirtió en el líder de la Compañía de Jesús.

La familia Borja ganó una infame reputación, convirtiéndose en símbolo de corrupción, intriga e incluso asesinatos. Sin embargo, muchas de las historias sobre ellos fueron exageradas o fabricadas por sus enemigos.
Los Borja dejaron en Gandía un rico legado cultural. Uno de los monumentos clave es el Palacio Ducal de Gandía, un magnífico edificio de estilo gótico y renacentista que sirvió como residencia de los Borja. Hoy está abierto al público y es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
Además de los monumentos arquitectónicos, los Borja influyeron en el desarrollo del arte, la religión y la política de la región. San Francisco de Borja contribuyó al desarrollo cultural y espiritual de Gandía, convirtiéndola en uno de los centros de educación religiosa en España.
Gandía y la familia Borja son dos capítulos inseparables de la historia. Hoy en día, Gandía atrae a turistas con su patrimonio histórico y su atmósfera única, permaneciendo como un testigo vivo del glorioso y dramático pasado de los Borja.